No sólo tenía un Muro del Corazón, sino que tenía un Muro del Corazón oculto. Pasé por un divorcio difícil a finales de mis veinte años y mi mente subconsciente eligió "esconder" esas emociones al principio. Afortunadamente, todo ese bagaje emocional negativo ha desaparecido. Es como si se hubiera disipado la niebla. Veo a los demás, incluso a los desconocidos, como amigos potenciales. Especialmente he notado una diferencia en mis relaciones con mis hijos. Y creo que ellos perciben las relaciones más profundas que hemos establecido en los últimos meses. Estoy muy agradecida por estos cambios milagrosos.

~Adriana B.