Las pruebas musculares me permitieron recuperar una cuenta de correo electrónico. Tras un periodo muy difícil de mi vida, había olvidado la contraseña de una cuenta de correo electrónico que había utilizado para mi negocio. Intenté renovarla, pero los métodos de confirmación de identidad que ofrecía el proveedor de servicios de correo electrónico consistían en enviar un código a un número de teléfono móvil que ya no tenía, o facilitar el mes y el año de creación de esa cuenta. Este es el tipo de información que nunca recuerdo y eso que había creado esa cuenta hace muchos años.

A lo largo de unos meses intenté una y otra vez adivinar mi contraseña, y cada vez dejaba de hacerlo cuando aparecía la advertencia de que se me bloquearía la posibilidad de volver a intentarlo. Estaba bastante desesperado y no sabía qué hacer. Intenté encontrar la forma de ponerme en contacto con el proveedor de correo electrónico para confirmar mi identidad y demostrar que actuaba de buena fe, pero no hubo manera.
Estaba casi dispuesta a renunciar a esa cuenta de correo electrónico, pero seguía queriendo recuperarla.

Se me ocurrió la idea de probar las pruebas musculares. En mi opinión, era una posibilidad remota, pero "¿por qué no? Así que hice la prueba muscular durante el mes y el año en que había creado la cuenta, sin razonar ni cuestionar los resultados. Entonces hice clic en Enviar, casi encogido ante el fracaso esperado... Sorprendentemente para mis incrédulos ojos, ¡conseguí acceder! Tuve éxito al primer intento, después de meses de preocupaciones y malos rollos varios.

Me recordó este suceso una historia que leí en Internet de alguien que había perdido el acceso a su cuenta de bitcoin y que hizo maniobras desesperadas y complicadas para volver a entrar. Cuando en realidad, todo lo que tenemos que hacer es confiar en la memoria que lo sabe todo: nuestra mente subconsciente.

Les deseo a todos lo mejor.

~Annie Girard