Mi familia disfuncional de niña contribuyó a grandes malentendidos y a una verdadera dificultad para aprender a dar y recibir amor. Tuve la bendición de dar a luz a 9 hijos y los quise intensamente, pero parecía que me costaba más cuanto más mayores se hacían. Mi inseguridad de niña se filtró a mis hijos y dio lugar a relaciones muy volátiles. El muro de mi corazón era la tristeza. Había heredado la tristeza de una tatarabuela. Había enterrado a un niño de 9 años. Recordaba haber visto esa foto cuando era pequeña. Cuando perdimos a nuestros dos hijos en un periodo de 10 años, me di cuenta a través de Emotion Code de que estaba compartiendo su tristeza y dándole peso en mi propia vida. Identificar esta tristeza generacional y liberarla supuso un gran alivio. Emotion Code me aportó un cambio de perspectiva. Ahora estoy disponible para mis hijos vivos. Encuentro una alegría de vivir que ignoraba que existiera. Espero ver más crecimiento personal en los próximos años gracias a la herramienta de Emotion Code.

~Susie Adams