"Leà The Emotion Code y empecé a liberar mis emociones atrapadas. ¡Qué viaje! TenÃa muchas emociones atrapadas, algunas eran heredadas con liberaciones muy emocionales sobre los bombardeos de la II Guerra Mundial, Dresde y las bombas. Buscábamos refugios antiaéreos con un caballo que tiraba de un carruaje. Dispararon al caballo. Madre y padre corrÃan con nosotros huyendo del tiroteo. Nuestras cosas, incluida la comida que tenÃamos, habÃan desaparecido.
"Hubo muchas dificultades. Pasamos hambre, sed, comimos nieve en vez de agua. Tuve los dedos congelados durante mucho tiempo y podÃa sentir dolor incluso en Venezuela cuando se me enfriaban las manos. Mi madre dio a luz a un niño que murió una semana después. Era la guerra. Después de viajar un poco más, acabamos en la Zona Americana, en uno de los campos DP, un antiguo campo militar convertido en campo de refugiados. Luego, en 1948, emigramos a Venezuela. Catorce años después, por fin tenÃamos los visados para venir a Estados Unidos. Yo tenÃa 21 años. Aterrizamos en Florida y mi hermano nos llevó en coche a Chicago. Allà daba más miedo que en Venezuela. Un año después nos mudamos a Houston. No nos gustaban los inviernos de Chicago.
"Me casé a los 26 años y tuvimos dos hijos. Después de 7 años, nos divorciamos y pasamos por la escuela de los golpes duros. Me convertà en madre soltera. Cuando los chicos eran adolescentes, me preocupé porque mi hijo mayor tenÃa mucha ira, especialmente hacia mÃ. Empeoró a medida que crecÃa. SabÃa que en realidad no sentÃa eso por mÃ, pero estaba ahÃ, la ira y la rabia cuando habÃa una discusión. Empezó a gritar cuando dejó el ejército. Desde que liberé las emociones atrapadas en mi Muro del Corazón, esto no ha vuelto a suceder. Antes, mi padre y mi ex también eran propensos a los arrebatos emocionales. Al liberar mi equipaje, también liberé el suyo. Es un milagro. Gracias, Dr. Nelson".
~Nijole O., Texas, EE.UU.
Mis padres sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial y también estaban en la Zona Americana y felices de estar allà y no en otras. Ojalá hubiera sido practicante cuando ellos vivÃan para poder haberles ayudado. Barb P.