Shaila es una de esas niñas que impresionan al primer contacto. Esta niña de 3 años me la trajo su madre, una paciente mía, porque sufría pesadillas y tenía mucho miedo de los individuos masculinos. Empecé a trabajar con la niña utilizando la técnica Body Code y sus reacciones fueron increíbles. Con cada pasada del imán, se liberaban emociones y desequilibrios atrapados. Su risa contagiosa llenaba la habitación. La terapia sacó a relucir varios traumas infantiles y, a medida que avanzaba, sus reacciones disminuían. Estaba más tranquila mientras se concentraba en sentir la curación.

Shaila había pasado algún tiempo viviendo con su padre a la edad de dos años, lo que añadió más inestabilidad y daño emocional. Su madre contó que su relación con su ex marido había empezado a deteriorarse cuando estaba embarazada de Shaila, y sospechaba que eso también había afectado a su hija. Shaila salió de la habitación muy contenta y me dio un abrazo.

Al cabo de una semana, la madre de Shaila se puso en contacto con la clínica para comunicarme que su pequeña se había curado por completo. Sus pesadillas y miedos habían desaparecido. Ahora es muy feliz. Shaila había instado: "Mamá, quiero que me lleves al chico que te ha estado ayudando con tus emociones". Esas fueron las palabras de Shaila.

~Avelino López