"Sólo llevo una semana utilizando El Código de las Emociones®, pero sólo tengo una historia realmente interesante. Se trata de Bella, la perra de mis padres.

Bella mordía las ruedas del cortacésped y de la cortadora de césped cuando mis padres los encendían para cortar la hierba. Despejé algunas emociones atrapadas que eran la causa subyacente de su miedo a esas máquinas. En cuatro días, ya no le molestaba ladrar ni acercarse a esas máquinas cuando mis padres cortaban el césped. Realmente genial".

~Jennifer L., AU

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.