"Utilicé El Código de la Emoción® y trabajé con una mujer de unos 50 años. Tenía signos de osteoporosis y una joroba en la espalda. Además, tenía el hombro izquierdo más alto que el derecho. Tenía mucho dolor entre el omóplato derecho y la columna torácica. Descubrí y liberé una emoción atrapada heredada de su padre. No llevaba un imán conmigo en ese momento (porque me encontré con ella por casualidad), sino que pasé el dedo por su espalda durante la sesión. En cuanto lo hice, su columna se enderezó hasta la postura normal y el hombro volvió a su sitio".
~Eva B., Bayern, Alemania
Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.
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