"Mi hermana adoptó hace poco un cachorro rescatado de las calles de Puerto Rico. Tenía problemas de comportamiento: mordía, mordisqueaba, gruñía y no andaba bien con la correa. Cuando iba a visitarla, se me echaba encima y me mordía los brazos. Utilicé El Código de las Emociones y encontré y liberé cuatro emociones atrapadas en él. Tenía Miedo, Terror, Confusión e Impotencia de su pasado. Menos de cinco minutos después, caminó tranquilamente hasta donde yo estaba sentada, se subió a mi regazo y me lamió la mejilla. Fue casi como si dijera "¡Gracias!". Ha sido un cachorro tan bueno desde la noche en que pude liberar sus emociones atrapadas".

~Amy B., EE.UU.

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.