Las pruebas musculares son una herramienta fiable para analizar lo que el cuerpo necesita e identificar la causa raíz de los síntomas negativos. Las pruebas musculares permiten a cualquier persona preguntar a su mente subconsciente lo que necesita, y obtener respuestas directamente del cuerpo.

Las técnicas de pruebas musculares se basan en los principios de la energía biomagnética. Mientras que nuestra mente consciente es en su mayor parte ajena a estas energías, creemos que nuestra mente subconsciente se ve profundamente afectada por ellas. Nuestra premisa es que el subconsciente puede llevar al cuerpo a responder o reforzar la energía positiva y a evitar o rechazar la energía negativa. Estas respuestas son las que hacen posible la prueba muscular.

Podemos aprovechar esta relación entre la mente subconsciente y la energía formulando preguntas de "verdadero/falso" y comprobando después la respuesta del cuerpo. La respuesta puede comprobarse de varias maneras, pero a menudo se hace con métodos como la Prueba del Brazo, en la que el sujeto simplemente mantiene un brazo extendido hacia delante, paralelo al suelo.

A continuación, el evaluador coloca dos dedos en la muñeca del sujeto y le hace una pregunta, ejerciendo una pequeña presión sobre la muñeca. Si el brazo del sujeto se resiste, se trata de una "respuesta fuerte" y equivale a un "sí". Si el brazo cede ante la presión, es una "respuesta débil" y equivale a un "no". Esta respuesta fuerte/respuesta débil es la base de las pruebas musculares.