"Hice un trabajo energético con un perro llamado Apolo. El dueño me dijo que aunque Apolo era un perro grande, tenía algún tipo de miedo y no confiaba en la gente en general, ni siquiera en ellos como dueños. Así que le hice una sesión de proxy Emotion Code®. Cuando hablé con la dueña un par de semanas después, me dijo que era como otro perro. Se volvió mucho más confiado y saltaba alegremente al coche, cosa que antes le daba miedo."

~Claire Leconte Besnier, Francia

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