Empecé a utilizar Emotion Code con mi hijo Max, que tiene 9 años. Descubrí que tenía un Muro del Corazón hecho simbólicamente de 91 kilómetros de madera. Una noche liberé 3 emociones atrapadas que redujeron su Muro del Corazón a 30 kilómetros. Dos días después mi hijo me dijo: "Mamá, desde hace 2 días, me siento mucho más ligero". Estuve a punto de echarme a llorar.
En verano conocí a mi tía de 90 años. Me dijo que no podía levantar el brazo derecho. Sólo podía levantarlo 10 centímetros del costado. Liberé 9 emociones. Cuando volvimos a vernos al día siguiente, me dijo que podía levantar el brazo hasta el hombro. Fue la primera vez ese mes que durmió toda la noche.
Liberé algunas emociones más. Unas semanas más tarde, cuando fue al cardiólogo, éste le dijo que su corazón estaba mucho mejor. No pudo explicarle por qué había sucedido esto 😉 .

~Petra N.