Una de mis clientas tenía que reunirse con su ex marido ocho años después de divorciarse para la boda de su hijo. Se sentía muy débil, con náuseas y ansiosa ante este acontecimiento, ya que el proceso de divorcio había sido bastante traumático para ella.

La víspera de su viaje, aceptó por fin intentar desprenderse de su inseguridad y del sentimiento de derrota que aún llevaba dentro. Pero en lugar de ocuparse de la emoción que sentía en la superficie, Emotion Code le planteó a esta señora un número sorprendente de otros problemas: Impotencia, baja autoestima, pánico, shock, desesperanza, abandono, culpa, dolor. Después de una hora de encontrar y liberar sus bloqueos, mi clienta se sintió mucho más fuerte, positiva y casi feliz. La ansiedad se convirtió en un aventurerismo desenfadado; quería mostrar lo feliz que se sentía ahora por la boda de su hijo y por su propia libertad.

Después de la celebración me llamó y me dijo lo agradable que había sido hablar con su ex, y estaba muy orgullosa de mostrar a todo el mundo lo relajada que se siente ahora hablando con él e incluso demostrando una mejor autoestima.

- Susanne Brutscher, CECP (Nueva Zelanda)

Este testimonio se publicó originalmente en Practitioner Spotlight de Susanne Brutscher.

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