"Diez años después de la muerte de mi padre, mi madre seguía teniendo muchos ataques de llanto y tristeza extrema. Me decía: "No sé por qué lloro, no tengo por qué llorar. Tengo todo lo que necesito y mucha gente que se preocupa por mí. Simplemente no puedo evitar estos sentimientos". Le expliqué qué era Código de las emociones y que llevaba años practicándolo conmigo misma y que podía intentar ayudarla. Aceptó trabajar conmigo y durante la primera sesión eliminé un bloqueo emocional: el shock. Tras la eliminación, me contó que se sintió inmediatamente más ligera y que la tristeza se había disipado. Durante los meses siguientes continué eliminando emociones atrapadas por ella, y también ella se beneficiaría de mi liberación personal de los muchos bloqueos emocionales que había heredado de ella. Ahora vive una vida alegre en la que vuelve a disfrutar de la pintura y la jardinería."

~Rhonda C., Canadá

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.