Mi hija y yo hemos descubierto que después de liberar varias emociones nos sentimos más ligeras y felices. A veces nos gusta que nos pidan más información para liberar una emoción, porque es una información muy esclarecedora.
Una noche, mi marido tenía un dolor de cuello insoportable. Aceptó pasar por el proceso Emotion Code conmigo. Esta fue una de esas veces en las que se necesitaba más información antes de que la emoción se liberara. Después de muchas respuestas afirmativas y negativas mediante pruebas musculares, descubrimos que una situación por la que había pasado durante la semana era emocionalmente similar a una experiencia por la que había pasado hacía 20 años y que había desencadenado esa emoción atrapada. Una vez que liberamos la emoción, su cuello se sintió cada vez mejor y al despertar a la mañana siguiente, ¡había desaparecido por completo!
La semana pasada, una clienta vino a la tienda con dolor lumbar. Después de enseñarle varios productos, le hablé de Emotion Code y de cómo podíamos intentar liberar esa emoción hoy mismo. Aceptó voluntariamente, ya que no tenía nada que perder y no le costaría nada. Antes de empezar, su dolor era de ocho. Después de liberar la primera emoción, su dolor bajó a siete. Después de liberar la segunda emoción, su dolor bajó a cuatro. Después de liberar la tercera y última emoción, su dolor bajó a tres. Se marchó sintiéndose cautelosamente aliviada, preguntándose si el dolor volvería pronto. Al día siguiente volvió a la tienda para decirme que se sentía mucho mejor.

~Becky A.