"Utilicé El Código de la Emoción® en una perra llamada Venus por Ersatzperson mientras estaba en Arizona. Estaba estresada después de haber estado internada durante una semana. Estaba demasiado sumisa y acababa de vomitar su cena. Su dueña estaba tumbada a su lado cuando yo estaba haciendo The Emotion Code en mi casa de California. Me dijo que en un momento dado la perra soltó un enorme suspiro... como si acabara de liberar algo.

Liberé tres emociones atrapadas (angustia, falta de control, indignidad). Pasó de un nivel de energía bajo de 2 antes de la sesión a un nivel de energía alto de 5 después de la sesión. Al día siguiente volví a trabajar con ella. Su dueña me dijo que no estaba tan sumisa como el día anterior y que no había comido en todo el día. Solo queria hacerle una "puesta a punto" para asegurarse de que nada mas la estaba afectando.

Esta vez pude liberar la tristeza (de hace 2-3 semanas), una emoción de ira del Muro del Corazón, una emoción del Muro del Corazón de impotencia heredada y la última emoción que pude liberar fue una preocupación heredada. Pude liberarla de ella y de las dos generaciones anteriores (ella está castrada así que no hay generaciones después de ella). Después de hacer esta segunda sesión de Emotion Code con la perra, ¡su dueña se sorprendió de la diferencia! Volvió a ser tan cariñosa".

~Anne Kamansky, EE.UU.

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.