"La experiencia más impresionante con el Código de las Emociones® la tuve con mi gato. Lo cogí del refugio en 2020 y tiene unos seis años. Es un tipo precioso, sin embargo, era muy distante y arañaba mucho. Le apliqué el Emotion Code y ¡las emociones atascadas eran pena y dolor! Después de la sesión, saltó a mi regazo por primera vez él solo y me acarició con el hocico , buscando mi cercanía."

~Nora K., Düsseldorf, Alemania

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice el Emotion Code® o el Body Code™ para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.