"Mi anécdota animal favorita es cuando vi a un chihuahua de 10 años volver a andar. Había perdido el uso de las patas traseras. El veterinario pensó que podía ser neurológico o debido a una hernia discal. Después de liberar las emociones atrapadas con el Código de la Emoción®, Buddy se levantó y ¡salió andando! Al día siguiente, ¡podía subir y bajar las escaleras de nuevo!".

~Rosemarie M., Alberta, Canadá

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice el Emotion Code® o el Body Code™ para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.