escrito por Linda Raymond
Estaba trabajando con una mujer (digamos que se llama Jane). Estábamos trabajando en liberar emociones atrapadas y muchas aparecían como emociones ocultas en el Muro del Corazón. Le pregunté si quería saber de qué estaba hecho su "Muro" y, mientras revisaba algunos materiales, se me ocurrió preguntarle si era de goma. Al principio pensé: "esto es extraño", pero como soy comunicadora animal he aprendido a no cuestionar.
Comprobé que su "Muro" era de goma. Jane no recordaba nada de goma en su vida, pero yo sabía que su subconsciente me estaba diciendo lo correcto. Continuamos trabajando en emociones atrapadas y llegamos a una que ocurrió cuando ella tenía dieciséis años. Jane comenzó a llorar y pude verla liberar esta emoción. En ese momento yo no sabía cuál era la situación (ya sabes cómo puedes probar para ver si lo que tu cliente está pensando es el escenario correcto sin que la persona te cuente los detalles; por eso me encanta este método: los clientes tienen la opción de revelar las cosas que sucedieron). De repente, Jane se sobresaltó y me dijo que sabía de dónde venía la goma. Entonces decidió que quería compartir lo que había pasado y me explicó que su padre había abusado de ella a los dieciséis años y que su padre había sido vendedor de neumáticos. Vaya, qué piel de gallina. Validaciones como estas siempre me hacen saber que estoy haciendo lo correcto con TEC al ayudar a los demás.
biografía del autor:
Soy una maestra jubilada que ha sido certificada en Reiki nivel II, El Emotion Code y entrenada y practico la comunicación animal. Me encanta ayudar a los demás y me siento dotada en el uso de la Energía Universal. Estoy trabajando continuamente para estar más en sintonía con todos los poderes curativos que Dios tiene para ofrecernos.
póngase en contacto con Linda Raymond - fearlesschange18@gmail.com
Siempre es muy interesante determinar de qué sustancia está hecha una pared del corazón. Recientemente me he certificado en Emotion Code y recuerdo que cuando trabajaba con una de mis clientas de consulta, su subconsciente me indicó que su pared del corazón estaba hecha de zapatillas Converse. Volví a hacer pruebas varias veces para estar segura, preguntándome cómo iba a transmitir esto a la clienta, pero algo que he aprendido en mis muchos años de lecturas intuitivas y trabajo energético es que no me corresponde juzgar la información que llega, mi trabajo es servir de conducto claro para compartir dicha información. Y eso hice, y la clienta balbuceó emocionada que esos eran sus zapatos favoritos cuando era pequeña y que su hija también los apreciaba hoy. Me sentí aliviada, ¡una vez más maravillada de lo poderoso que puede ser eludir la mente consciente!