"Russell, de 57 años, era emocionalmente cerrado y poco comunicativo en muchos aspectos. Después de una sesión de proxy Emotion Code®, Russell empezó a ser más abierto con su mujer y a hablar de cosas que normalmente habría evitado. Empezó a pensar en su bienestar de forma más activa y a desviarse de su camino para llevarla a algún sitio que creía que le gustaría. También empezó a llamar a amigos y familiares y a charlar con ellos, en lugar de las habituales llamadas de tipo 'Hola, adiós'".

~Karen Woodfield, Columbia Británica, Canadá

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice el Emotion Code® o el Body Code™ para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.