¿Es usted víctima de la gripe?

"No te acerques a mí si tienes la gripe, no quiero contagiarme". ¿Te suena?
Ahora mismo es invierno en el hemisferio norte y ya sabes lo que eso significa. Por desgracia, nos hemos entrenado tan perfectamente que cuando alguien tiene la gripe o está resfriado pensamos automáticamente que por el mero hecho de estar cerca de él también nos contagiaremos. Hay algo de verdad en esto, pero no la verdad que nos han enseñado en la escuela. ¿Estás confundido? Nos han enseñado que los virus, las bacterias y todos los demás microorganismos van a por nosotros y que tenemos que luchar contra ellos. A mí se me viene a la cabeza la idea de ahuyentar a los vampiros con ajo. Sí, eso es extremo y no es cierto, ya que los vampiros no existen, pero la analogía es similar. Nos enseñan a tener miedo de estos microorganismos, como si tuvieran grandes colmillos.

Pero, ¿y si miráramos esta situación de otra manera? Una manera nueva y fresca. Vivimos en este mundo junto a estos microorganismos. Nos ayudan a digerir los alimentos en el intestino y viven en nuestra piel. Estamos aquí para vivir en armonía con ellos.

¿Sientes la diferencia entre los dos escenarios? El primero produce miedo, el segundo una sensación de calma.

La verdad es que cuando tememos coger la gripe, bajamos nuestra energía. Nuestro cuerpo entra en modo de lucha o huida, que es cuando el cerebro toma decisiones a través de nuestro sistema glandular: "¿aporto sangre a los órganos o aporto sangre a los brazos y las piernas para que la persona pueda correr cuando haya una señal de peligro?". En esta situación, esto último es lo correcto, ya que el cuerpo se siente amenazado. El sistema inmunitario se ha visto comprometido y nos encontramos en una situación en la que nuestro cuerpo puede contraer la gripe. Pero si reconocemos que vivimos al unísono con estos microorganismos, entonces estamos permitiendo que nuestro sistema inmunitario funcione de forma óptima y podemos mantenernos sanos.

Las emociones atrapadas en el cuerpo también pueden comprometer el sistema inmunológico. El órgano, u órganos, donde las emociones están atrapadas empiezan a vibrar a la misma frecuencia que la emoción o emociones atrapadas. Las emociones pueden quedar atrapadas en cualquier parte del cuerpo. Pero es alentador saber que con el Emotion Code estas emociones pueden ser liberadas permitiendo que los órganos, y el cuerpo, vuelvan al equilibrio, ayudando al sistema inmunológico a trabajar de manera óptima.

Sabiendo esto podemos empezar a mirar la enfermedad con una perspectiva nueva y fresca... No estamos aquí para ser víctimas de nuestro entorno, sino para vivir en armonía con él. Hay muchas infecciones que pueden poner en peligro la vida, en las que el tratamiento médico es imperativo.

El mensaje que debemos llevarnos a casa es que la vibración de nuestro cuerpo resuena a una frecuencia determinada, que fluctúa en función de cómo percibimos nuestro entorno. Ya sea porque tenemos emociones atrapadas o porque percibimos el peligro en lugar de reconocer que vivimos en armonía con nuestro entorno, esto puede hacer que nuestro sistema inmunitario funcione de forma óptima o no. He aquí un vídeo animado sobre este mismo tema. "Este vídeo es maravilloso y médicamente preciso. También está hecho muy, muy, suave y respetablemente." ~ Dra. Christiane Northrup

Con toda esta información, espero que podamos sentirnos capacitados y alejarnos del miedo que nos han enseñado a tener, permitiéndonos estar sanos, que es nuestro derecho natural de nacimiento.

-Charan Surdhar