-escritopor Annette Janover, CECP, CBCP

La mayoría de las dietas de adelgazamiento se centran en eliminar ciertos alimentos de la dieta actual, reducir la ingesta de alimentos y medir la anchura y el peso de la forma física. La mayoría de las veces, cuando se empieza algo nuevo, quizás adoptando el último régimen dietético pregonado por los supuestos expertos, se siente la emoción del cambio anticipado. Así que te pones a reunir los ingredientes necesarios para este éxito prometido y el "nuevo yo" proyectado, con entusiasmo por el reto, unido a la fuerza de tu intención y una promesa para el futuro.

E, inevitablemente, el éxito llega y consigues el objetivo que te habías propuesto. Tu forma física se ha reducido en consecuencia y te miras al espejo admirando la nueva representación externa de ti mismo. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo -incluso cuando conservas tu nuevo cuerpo y disfrutas del brillo del éxito-, esos sentimientos negativos tan familiares vuelven a aparecer. Es como si tu vida se rebobinara, como en la película "Ground Hog Day". Notas esos sentimientos aparentemente antiguos y respondes exactamente igual que siempre. De hecho, parece que has recreado situaciones de tu vida que tienen el mismo guión pero con nuevos actores.

Entonces te preguntarás: "¿Por qué sigo sintiéndome así y por qué no puedo superarlo y seguir adelante?".

Así pues, parece que puedes manipular conscientemente lo externo (el cuerpo físico), pero este gran esfuerzo no parece mover esos pensamientos negativos que tienes sobre ti mismo. El poder de estos pensamientos son las creencias que tienes sobre ti mismo, tus habilidades y tu mundo. Estas creencias se almacenan principalmente a nivel subconsciente, junto con las emociones más fuertes de tu interior.

Todos hemos experimentado algún trauma o trastorno emocional. Estos acontecimientos produjeron emociones dolorosas y si no fuiste capaz de procesar estos sentimientos negativos en ese momento, la energía de los mismos se quedó atrapada en tu cuerpo. El efecto de mantener estas emociones atrapadas causa desequilibrios a nivel físico, mental y emocional. Continúan interfiriendo negativamente en tu forma de pensar, actuar y tomar decisiones.

Tu vida, tu experiencia cotidiana, es como es porque tú la has creado con esas creencias y las emociones atrapadas que las acompañan. Tu realidad física parece actuar como un mecanismo de retroalimentación para mostrarte cuáles son tus sistemas de creencias.

Así que, para cambiar, para limpiar tus actos, necesitas limpiar la mugre que te pesa, liberar tus emociones atrapadas y cambiar tus creencias. Y entonces... este exceso de peso que llevas desaparecerá y redescubrirás tu verdadera esencia.

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