Imaginemos a alguien del siglo XVII viajando en el tiempo hasta el presente. Probablemente se asombraría, y tal vez incluso se mortificaría, del ritmo al que vivimos hoy en día. En nuestro mundo de comodidades, parece que hemos olvidado el valor del tiempo de silencio. Date un respiro. El tiempo para ti mismo puede ser beneficioso para ti y para los que te rodean.

 

Revise sus funciones

¿Estás siendo lo más genuino y auténtico de ti mismo? Si te cuesta levantarte de la cama y aprietas los dientes para superar cada día, puede que haya llegado el momento de revisar tus funciones. No, no puedes renunciar a tu papel de padre, pero quizá puedas pedir ayuda. Date un respiro dejando que alguien cuide de los niños mientras tú te tomas un tiempo para hacer algo por ti.

¿Su trabajo le aporta algo más que el presupuesto familiar? ¿Necesitas que te aporte algo más en la vida que pagar las facturas? ¿Se ajusta su vida laboral a su personalidad? A veces las personas se encuentran en puestos de liderazgo, aunque lo que anhelan es trabajar solas en un entorno tranquilo. Tal vez tengas mucho éxito en una empresa poderosa, pero lo que realmente deseas es trabajar para una pequeña organización sin ánimo de lucro.

Puede que necesites tomarte un descanso de tu trabajo acelerado y estresante. Puede que tengas que hacer algunos cambios en tu estilo de vida para adaptarte a ello, pero la autocuración que puedes conseguir vale mucho más que un salario alto.

 

Respira

Si te encuentras corriendo a un ritmo que te deja sin aliento, probablemente ha llegado el momento de tomarte un descanso. Reserva un rato al día para sentarte a solas en un lugar tranquilo y cómodo y concentrarte en tu respiración. Este tipo de meditación puede ayudarte a calmar los nervios y renovar tu energía.

 

Enfoque

Deje de hacer varias cosas a la vez. Elige un proyecto, un recado o una actividad y dedícate sólo a eso. Concéntrate en la tarea que tienes entre manos para dar un respiro a tu cerebro en constante ebullición. Hacer demasiadas cosas a la vez y esforzarse demasiado en múltiples tareas puede comprometer la calidad de todo lo que consigas hacer.

 

Liberar emociones atrapadas

Si descubres que tus días están llenos de un sentimiento constante de temor, culpa o tristeza, tienes que darte un respiro identificando la causa de esos sentimientos. Nadie debería ir por la vida castigándose. Puedes utilizar poderosas herramientas como El Código de las Emociones® y Body Code para identificar y liberar esas Emociones Atrapadas.

 

Deshágase de las toxinas

Puede ser la comida, la bebida o la energía negativa de tu círculo social. Haz balance de las cosas que pueden ser tóxicas en tu vida. Trata de identificar los malos hábitos y esfuérzate por llevar una vida sana eliminándolos. Adopte una alimentación sana para mantener su organismo lo más limpio posible. Si hay alguien en tu vida que te agota por completo, puede que haya llegado el momento de cambiar tu relación con esa persona. Y no tengas miedo de llorar para limpiarte. Puede que después te sientas mucho mejor.

 

Evite el agotamiento digital

Deja los dispositivos y tómate un descanso de las redes sociales. En esta época de tuits rabiosos, ciberacoso y malas noticias, necesitas descansar de la negatividad que tienes en la punta de los dedos y en la palma de la mano.

 

Tiempo fuera en lugar de rabieta

También tienes que dejar de comportarte mal. Si tus emociones te dominan y estás a punto de explotar, date un tiempo. Al igual que haces con los niños, ten tu propio lugar de descanso en casa. O mejor aún, elige un lugar cómodo al aire libre y pasa tu tiempo en comunión con la naturaleza. Por ejemplo, enciérrese en el cuarto de baño y respire hondo o "relájese" durante 5-10 minutos.

 

Aliviar la ansiedad

Dedicar tiempo a uno mismo no es un delito: es absolutamente necesario para mantener el equilibrio. Si te cuesta sentarte y no hacer nada, llena tu "tiempo para ti" con actividades como:

  • Caminar
  • Ejercicio
  • Estiramientos
  • Cantando
  • Creación de
  • Bailando
  • Lectura

También puede darse un buen baño caliente, pasar un rato en la sauna o disfrutar de un masaje relajante. Elijas lo que elijas, tómate tu tiempo para descansar. No te arrepentirás.