"Cuando conocí el Código de las Emociones®, estaba en una crisis interior. Aunque me encantaba mi vida como madre a tiempo completo y siempre la he disfrutado mucho, de repente me faltaba un sentido interior. Me sentía insatisfecha y no podía disfrutar tanto como antes de las pequeñas cosas y alegrías de la vida cotidiana. Como resultado, me faltaba el entusiasmo y la felicidad que tanto se necesitan, sobre todo en la vida con niños pequeños. Mi problema respiratorio aumentó.

Cuando mis emociones atrapadas se liberaron con el Emotion Code, muchas cosas cambiaron inmediatamente. Me sentí más ligera, más feliz y más equilibrada. Mi marido también notó el cambio. Cuando empezamos a trabajar en la liberación de mi Heart-Wall®, mi respiración también mejoró.

"¡Y de repente se me ocurrió esta idea! Esto es lo que quiero hacer. Quiero aprender a utilizar Emotion Code , no sólo para mí y mi familia, sino también para los demás. De repente me fijé en toda la gente que me rodea y que tiene tantos problemas diferentes. Pensé: "¡Puedo ayudarles!". Si aprendo a utilizar correctamente el Emotion Code , ¡podré ayudar a tanta gente! Y de repente, ¡volvió mi entusiasmo! Había encontrado algo que me llenaba, me daba un nuevo sentido, una nueva meta. Desde entonces, me siento mucho más feliz y vuelvo a tener más alegría en mi vida cotidiana. Estoy muy agradecida por ello.

"Hace algún tiempo, mi madre estaba sentada conmigo a la mesa. De vez en cuando hacía muecas de dolor al hablar. Me dijo que tenía fuertes dolores de cabeza. Decidí probar lo que había aprendido en el libro "The Emotion Code". Le pregunté a su cuerpo si había alguna emoción atrapada relacionada con el dolor de cabeza. Determiné la emoción atrapada de la desesperación y, en ausencia de un imán, la liberé con la mano. Me dijo que de repente sintió la cabeza más despejada. Poco tiempo después la vi haciendo trabajos pesados de jardinería sin esa dolorosa torsión de la cara. Ese día seguía sintiendo un ligero dolor, pero al día siguiente me presentó todas las decisiones que antes no habría tomado. Dejó de hacer muchas cosas que de otro modo se habría sentido obligada a hacer y reajustó sus prioridades. El dolor desapareció y nunca volvió. Más tarde reflexionó que el sentimiento de desesperación que había descrito muy bien su situación había desaparecido".

~ Raquel B., Biebrich, Alemania

Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado específico y los testimonios enviados no constituyen una garantía o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios específicos.