Hay varios momentos en nuestra vida en los que nos sentimos abrumados, como si no pudiéramos hacer frente a la situación. Esto puede suceder como resultado de muchas situaciones diferentes, experimentando internamente tantas emociones, y sintiendo como si no hubiera tierra firme.

Las últimas semanas han sido muy intensas para mí, y tenía la sensación de que tan pronto como me asentaba en la tierra llegaba otra cosa y me hacía volar por los aires. Ahora que estamos en otoño, me sentía como una hoja caída de un árbol que volaba de un lado a otro. ¿Conoces esa sensación?

¿Qué podemos hacer en estas situaciones?

He aquí una rápida visualización que creé en mi programa de radio para compartirla con los demás.

La visualización se basa en el hecho de que estamos experimentando lo que percibimos como emociones positivas o negativas. Esto es lo que nos hace sentir como una hoja a la que soplan por todas partes. ¿Qué pasaría si, al igual que la hoja, nos volviéramos neutrales a ser soplados hacia arriba o hacia abajo? Esto nos permitiría llegar a un lugar de neutralidad, y desde este lugar dejaríamos de juzgarnos a nosotros mismos y a las situaciones que nos rodean.

He aquí cómo llegar a un lugar de neutralidad:

Visualización:
Cierra los ojos y extiende las manos como si estuvieras preparado para recibir algo. En tu mente, pon todo lo que sientas negativo en tu mano izquierda (no es importante en qué mano lo pongas, pero digamos que en la izquierda por ahora). Puede que lo sientas, puede que no, de cualquier manera está bien, ya que sólo es tu intención lo que se necesita.

Ahora, en tu mano derecha coloca todo lo que sientas positivo, ya sean tus emociones o cualquier situación por la que estés pasando.

Siente ambas en tus manos y luego, lentamente, júntalas. Ahora, cuando estén juntas, colócalas juntas en posición de oración, llevándolas a tu corazón.

Ahora has fusionado lo positivo y lo negativo con intención y los has unido. Como sabemos, cuando juntas lo positivo y lo negativo, ambos se anulan mutuamente. Esto te permite llegar a un lugar de neutralidad. Utilízalo siempre que lo necesites.

He aquí una historia que me he encontrado y que también me ha recordado que hay que mantenerse neutral en cualquier situación.

"Hubo un gran maestro espiritual y poeta Zen llamado Dogen Zenji, que trajo el Soto Zen de China a Japón en el siglo XIII. Una vez, un estudiante le pidió a Dogen que le explicara cuál era el propósito del Zen. Parecía tan confuso e indescriptible. Dogen respondió que el Zen no era confuso en absoluto. De hecho, podía resumirse en sólo tres palabras. El estudiante, entusiasmado porque por fin podía entender a qué conducía todo aquello de sentarse quieto y observar la respiración, exclamó: "¡¿Tres palabras?! ¿Qué son?"

Dogen miró fijamente al estudiante y le dijo:

"No siempre es así".

Se dice que cuando el estudiante oía esas tres palabras -no siempre es así- despertaba como de un trance que le había durado toda la vida.

"No siempre es así"... ¿Qué quería decir Dogen con esto? Creo que se refería al hecho sorprendente, aunque obvio, de que, si se examinan más de cerca, las cosas no siempre son lo que parecen ser. Las personas no son siempre lo que parecen ser. TÚ no siempre eres quien crees que eres. Y lo que hemos llegado a aceptar como "tal y como son las cosas" no es necesariamente lo que tienen que seguir siendo. Indaga un poco más bajo la superficie, ve más allá de los hábitos de tu propia mente, resiste las reacciones instintivas y las suposiciones aprendidas, y se abrirá ante ti una visión más amplia de la realidad: una razón más significativa de por qué alguien hizo lo que acaba de hacer, un camino más esperanzador a través de una situación aparentemente impotente, una forma de asumir la responsabilidad y hacer el cambio que lo cambie todo. "No siempre es así" es un mantra, una visión del mundo, una vara de adivinar que me sirve cada día, en casa, en el trabajo, en el mundo. Me guía para iluminar con una luz viva los rincones oscuros e inexplorados de mi mente. A cuestionar mi reactividad, mis juicios, mis prejuicios, mi ansiedad, mi vergüenza, mi temerosa necesidad de permanecer pequeña, mi compulsiva voluntad de control. "No siempre es así" nos sitúa en un estado perpetuo de asombro, no de confusión, sino de asombro. Albert Einstein se refirió a este estado mental como "asombro sagrado". En lugar de ser cínicos sobre la humanidad, podemos abrirnos con entusiasmo y valentía. Podemos cuestionar formas habituales de comportamiento. Podemos imaginar escenarios nuevos y mejores. En lugar de juzgar a los demás por su raza, clase, nacionalidad o partido político, podemos decir "no siempre es así" y encontrar un puente entre nuestras diferencias. En lugar de una visión empobrecida de nuestro propio valor y una actitud derrotista sobre nuestra propia influencia, podemos decir la verdad al poder y decir: "¡No siempre es así!".

Así que, hoy y mañana, y durante toda la semana, cuando te veas a ti mismo cerrándote en banda, haciendo juicios precipitados, acurrucándote en el miedo, arremetiendo con agresividad, detente unos minutos -incluso unas cuantas respiraciones- y pregúntate si estás viendo el cuadro completo, la persona completa, la historia completa. Haz que tu respuesta sea: "no siempre es así". Luego, reza por una mirada más incisiva e integradora, que complete tu vida y te lleve a la libertad -para todos."

Estas herramientas me ayudaron a ser neutral como la hoja y te invito a que si te sientes inspirado utilices estas herramientas. Es en este lugar de neutralidad donde las emociones que experimentas pueden moverse a través de ti, en lugar de quedar atrapadas en un campo de polaridad. A largo plazo, esto es lo que contribuye a nuestra salud y a la salud del planeta.

- Charan Surdhar, certificado Emotion Code y Body Code Practitioner