"Mientras realizaba mis sesiones de práctica para la Certificación del Código de las Emociones®, ofrecà una a una amiga de 20 años que sabÃa que habÃa luchado toda su vida con problemas de abandono. Fue dada en adopción al nacer y, finalmente, fue acogida por una familia, pero la madre murió cuando ella tenÃa 7 años y, posteriormente, fue criada por un padre responsable pero emocionalmente distante. A sus 76 años, ha pasado por muchos procesos para ayudarla a curarse del impacto que tuvieron estas experiencias, con cierto éxito, pero sin llegar a resolverlo del todo.
"Nuestra primera sesión liberó varias emociones atrapadas que era importante eliminar, ya que le permitieron afrontar y liberar el odio y el resentimiento que habÃa estado cargando inconscientemente hacia su madre biológica. También introdujo su Heart-Wall®, que necesitarÃa otra sesión para liberarse. Hablamos entre sesiones y se dio cuenta de que dormÃa mejor, que podÃa disfrutar de más tiempo de meditación en paz y que se sentÃa "más ligera", deseando que llegara su cita con el Muro del Corazón. No podrÃa haber predicho lo que siguió en esa cita.
"Como ocurre a menudo, la sesión del Muro del Corazón nos llevó a través de varias preguntas, y se complementó también con el trabajo del Body Codeâ„¢. Una historia empezó a tomar forma, pero era diferente de la que ella habÃa vivido creyendo.
"Su madre biológica era menor de edad. No entregó a su bebé, se lo llevaron. Sufrió una angustia terrible durante todo el embarazo y una pena terrible en el parto. Su espÃritu nunca se desconectó de su bebé, sino que lo anheló toda su vida. Mi cliente nunca se habÃa planteado esto. Su creencia era que tenÃa una madre que simplemente no la querÃa. A las dos se nos saltaban las lágrimas. Discusión de las implicaciones, y, una sensación de una presencia cada vez más fuerte hasta que ambos, juntos, dijimos: "Ella está aquÃ". Al principio las dos nos quedamos mirando y aguantando la respiración, esperando ver algo, supongo, pero entonces me vino claramente el pensamiento de que tenÃa que decirle a su madre que la perdonaba y que la querÃa, cosa que hizo entre lágrimas, pero sin vacilar. Para lo que no estábamos preparados fue para el fuerte y palpable abrazo que primero recibió ella y luego yo. Me estremecÃ, sobresaltada por la sensación, mirando a mi alrededor en busca de la persona que inconfundiblemente estaba allÃ, pero que no podÃa ver. El ambiente se volvió electrizante: estábamos literalmente mareados (riendo y llorando, como yo ahora mismo), sólo de pensarlo, y tan felices de tener a su madre en nuestra presencia. Tardamos un rato en calmarnos y, una vez serenos, extendà los comunicados de confusión y abandono a las generaciones futuras y terminé la sesión como suelo hacer con una oración de gratitud.
"El resultado, mucho mejor de lo que esperábamos, resolvió el problema, eliminó los estados depresivos, la inspiró a ser creativamente productiva y mantiene una relación abierta y activa con el espÃritu de su madre, que le encanta. Su corazón está contento y los próximos capÃtulos de su vida los disfrutará con tranquilidad.
"Vivo en un entorno de jubilados, y me encuentro con que muchos de los que se ponen en contacto conmigo han tenido problemas similares desde su más tierna infancia, durante prácticamente toda su vida. Cuando somos más jóvenes sentimos que siempre hay tiempo por delante para abordar las cosas, pero en algún momento ese "por delante" está aquÃ, y si no se abordó, está afectando a este último perÃodo de nuestro tiempo, que deberÃa ser disfrutado. Estoy muy agradecida por el trabajo de Dr. Brad y por poder ayudar a la gente a liberarse de estas emociones atrapadas y a divertirse. "
Carol Haimbaugh, CECP; Florida, EE.UU.
Aunque Discover Healing no puede garantizar ningún resultado especÃfico y los testimonios enviados no constituyen una garantÃa o predicción con respecto al resultado de cualquier persona que utilice El Código de la Emoción® para cualquier asunto o problema concreto, los testimonios publicados reflejan las experiencias de estos usuarios especÃficos.
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