Sentirse poco apreciado puede ser un estado tan aplastante. Muchos de nosotros luchamos contra este sentimiento en nuestro trabajo y en la vida pública, pero puede ser aún más frustrante cuando ocurre en nuestras relaciones personales. Mejorar las relaciones puede ser tan sencillo como una sonrisa y un agradecimiento por un trabajo bien hecho. Esta sencilla amabilidad también puede tener un gran alcance, ya que la gratitud se transmite y levanta el ánimo de otra persona.

A quién dar las gracias

Si alguna vez te has preguntado a quién tienes que dar las gracias, la respuesta es sencilla: ¡a todos! Por supuesto, es importante reconocer a nuestros compañeros de vida y cómo nos ayudan en nuestra vida diaria: lavando los platos, doblando la ropa, recogiendo a los niños, trayendo pizza a casa para que no tengamos que cocinar. Pero si lo piensas, todos estamos juntos en esta vida, así que ¿no somos todos compañeros de vida?

Agradézcaselo al cartero cuando le lleve ese gran paquete a su puerta. Da las gracias a tu camarero cuando te sirva el café con leche en su punto. Dile al joven del mostrador de comida rápida que está haciendo un gran trabajo cuando acierta con tu pedido. Las ondas de la gratitud pueden conducir a relaciones más sanas más allá de tu pequeño estanque.

Qué reconocer

Una vez más, a la hora de decidir qué reconocer, la respuesta es todo. A veces tenemos tendencia a pasar por alto las pequeñas cosas que la gente hace por nosotros. De hecho, ocurre lo contrario, ya que a menudo sólo señalamos lo que alguien no hizo o lo que no hizo a nuestro gusto, y todo ello sin tener en cuenta que pasó un día entero completando las pequeñas tareas para que nosotros no tuviéramos que hacerlas. Regar al perro, recoger la ropa sucia, pagar las facturas. Recuerda, todo esto requiere tiempo y energía que podrían haber utilizado haciendo otras cosas por sí mismos.

Cuándo decirlo

Agradece siempre las pequeñas cosas. Dicho esto, dar las gracias puede ser exagerado hasta el punto de perder su significado. Las relaciones sanas deben basarse en la comunicación y la sinceridad, así que asegúrate de que la persona que recibe tu gratitud se queda con la sensación de que es sincera.

 

¿Por qué decirlo?

La respuesta fácil es porque es lo educado, pero cuando se trata de mejorar las relaciones, puede ir mucho más allá de un simple intercambio de cuatro palabras: "Gracias" y "De nada". Mostrar tu gratitud puede resultar en:

  • Hacer que las grandes cosas sean más especiales
  • Crear un vínculo
  • Sentirse querido y apreciado
  • Proporcionar un refuerzo positivo

La gente recuerda una amabilidad, un agradecimiento, un reconocimiento. A la vuelta, en un entorno de servicio, como un restaurante o una tienda de comestibles, esa persona puede recordar el gesto y usted recibirá un servicio aún mejor. Además, dar las gracias y alegrarle el día a alguien puede hacer que tú también te sientas mejor.

 

Cómo dar las gracias

Esta es la parte más divertida, porque puedes ser muy creativo. Un simple "gracias" llega muy lejos, nunca lo olvides. Pero al personalizar un agradecimiento, no solo demuestras que aprecias lo que han hecho, sino que también les conoces como personas y sabes lo que les gusta y lo que no.

Algunos buenos ejemplos de pequeños gestos son:

  • Una taza de té cuando alguien está triste
  • Un choca esos cinco de felicitación por un trabajo bien hecho
  • Una cena favorita en la mesa cuando llegan a casa después de un largo día
  • Una bebida fría cuando trabaje (sobre todo si no se lo espera, como el cartero, los basureros o los trabajadores de los servicios públicos).

La amabilidad podría conquistar el mundo y tiene el potencial de convertirlo en un lugar mucho mejor. Empieza por agradecer y dar las gracias a diario, y sigue mejorando las relaciones con todos los que te rodean.