¿Le cuesta decir que no a ciertas cosas o personas? ¿Le resulta difícil no dejarlo todo para hacer un favor a alguien, o estresarse porque quiere ayudar a alguien o participar en tantas cosas como sea posible? Si es así, es posible que tenga un problema para complacer a la gente.

Agradar a la gente suele estar motivado por buenas intenciones. Queremos ser amables. Queremos ayudar sinceramente. No queremos ser percibidos como egoístas, inútiles o incapaces. O tal vez pensamos que decir que no nos llevará a una confrontación que no deseamos. Sean cuales sean tus motivos para complacer a la gente, puedes sentirte abrumado o desatender tus propias necesidades porque estás muy ocupado intentando complacer a los demás. A todos los que complacéis a los demás, tenemos una cosa que deciros: Basta ya (por favor) 😉 Hay muchos métodos -incluida la sanación energética- que pueden ayudarte a decir que no.

 

Cómo decir no con las palabras adecuadas

Si decir que no es algo nuevo para ti, puede que te ayude tener estas técnicas en el bolsillo de atrás para el momento en que alguien te pida algo. A menudo, el obstáculo que se interpone entre usted y una negativa cortés puede ser tan sencillo como pronunciar las palabras o saber cómo responder sin pensárselo demasiado. Teniendo esto en cuenta, aquí tienes algunas formas literales de decir educadamente que no.

 

Que sea sencillo

Puedes ser directo sin dejar de ser educado. Di algo como: "Te agradezco mucho que hayas pensado en mí, pero tengo demasiadas cosas que hacer". O puedes intentar: "Gracias por la invitación, pero me temo que ya estoy ocupado". Ten en cuenta que no has hecho nada malo y que no tienes por qué disculparte. Simplemente estás renunciando por tu propio bien y aprendiendo a decir que no a las cosas.

 

Aplazar hasta más tarde

Si realmente quieres acceder a lo que te piden, o si simplemente no sabes qué decir en ese momento, puedes ganar tiempo de respuesta diciendo: "Tengo que comprobar mi carga de trabajo y volveré a hablar contigo". Luego puedes pensarlo mejor, examinar tus prioridades o pensar en una forma de declinar diplomáticamente la oferta si eso es lo que quieres hacer.

 

Sea sincero

Si te piden que hagas algo que sencillamente no quieres hacer (como una actividad social que no te gusta o una cita con alguien que no te interesa), prueba con algo como: "Me alegro de que me invites, pero eso no se ajusta a mis objetivos en este momento", o "Me siento halagado, pero para ser sincero, creo que no deberíamos complicar nuestra amistad saliendo juntos". También puedes ser más franco y decirle que no quieres darle una impresión equivocada de tus sentimientos o preferencias diciéndole que sí a una cita o actividad social.

Si la otra persona es un buen amigo o un miembro de la familia, puedes incluso explicarle que has estado trabajando en tu capacidad para decir que no, y que hacerlo es realmente por tu propio beneficio emocional o mental. Si te quieren, probablemente lo entenderán.

 

Mantener el "no" en perspectiva

Al aprender a decir que no, recuerda que simplemente estás rechazando una petición, no rechazando a una persona. Puede que quieras y respetes a la persona que te hace la petición, pero no dejes que eso te haga sentir obligado. Lo más probable es que lo entienda perfectamente, sobre todo si eres amable y le reafirmas tu afecto en la respuesta.

 

Eliminar la carga emocional

¿Podría haber una Emoción Atrapada que te hace más proclive a complacer a la gente? Aprender a decir que no puede ser más fácil si eliminas esa energía emocional con El Código de las Emociones™. Las siguientes emociones o incluso algunas otras podrían llevarte a decir que sí a cosas que realmente deberías rechazar:

  • Culpa
  • Inseguridad
  • Wishy-washy
  • Esfuerzo no recibido
  • Amor no recibido
  • Indecisión
  • Orgullo

 

Si te cuesta decir que no, practica estas técnicas y resuelve cualquier Emoción Atrapada. Tomar estas medidas puede ayudarte a aprender a decir no y a cuidar mejor de tu salud emocional.